LAS IGLESIAS CANONICAS: ¿Qué significa?
Una nueva definición se ha deslizado dentro de la Ortodoxía Mundial
en los últimos años. La Ortodoxia Mundial ha comenzado a reconocer
las Iglesias Ortodoxas por su "canonicidad". Por esta definición
recientemente aceptada, para que una iglesia sea "canónica" debe
estar en plena comunión con Constantinopla. Constantinopla ha llegado
a ser la piedra de toque de la Ortodoxía Mundial. De hecho,
ocasionalmente hay comunicados de prensa que describen al Patriarcado
de Constantinopla como un Papado Oriental o "el líder de la Ortodoxía
Mundial". El anterior Patriarca Dimitrios describió al Patriarca
Ecuménico como el primer obispo de la Ortodoxía. Si una iglesia
abandona la comunión con él, ya no es más "canónica".
Hagamos una pregunta sencilla: ¿Cómo cambió la comprensión del
término "canónico"? Según los Santos Padres, el término
venerable, "Canónico" siempre se refirió a la observancia piadosa de
los Santos Cánones de la Iglesia y muy ciertamente a esos Cánones
relacionados con las creencias y prácticas piadosas de la Santa
Iglesia Ortodoxa.
Sin embargo, a causa de guerras y confusión política en el siglo XX,
la estructura administrativa de la Iglesia llegó a ser desorganizada,
muy especialmente en la Diáspora. 'Madre,' en otras palabras, las
Iglesias étnicas procuraron preservar la Ortodoxía manteniendo su
organización canónica, es decir, la organización descrita por los
santos cánones para las diócesis y sínodos. Tristemente, en el curso
de esta lucha organizacional por el orden externo, cualquier cánon
que esté relacionado con la Fe Apostólica y las doctrinas de los
Padres de los Concilios Ecuménicos, es decir, su vida interior y
mística, fueron dejados pasar deliberadamente por los jerarcas que se
consideraron a sí mismos ser los arquitectos de esta búsqueda por el
orden. Estos hombres fueron incitados por el espíritu sincretista y
antidogmático entonces predominante, un espíritu que continúa hoy, un
espíritu que controla todo el pensamiento y práctica presente en la
Ortodoxía Mundial.
Estos jerarcas revisionistas satisfechos que ellos habían desechado
la vida mística de la Iglesia de Cristo en la Diáspora, y en otras
partes, sacrificaron apresuradamente la unidad de la Iglesia en la
verdad Apostólica por la idea moderna, extraña a la guía de los
Santos Padres, de la unidad de la humanidad. Este grupo modernizante
impuso una unión administrativa externa para preservar la unidad de
un aparato eclesiástico exterior, ahora despojado de la vida interior
de la "fe que ha sido transmitida a los santos de una vez para
siempre" (Judas: 3) con todas las parroquias unidas juntamente bajo
una sede.
Como ejemplo de cómo esta nueva reestructuración de la Ortodoxía
funcionaba en la Diáspora, a miembros del Concejo Parroquial que
hacían su promesa en las iglesias de la Arquidiócesis Griega de
América se les pidió prometer ser obedientes a los cánones y
tradiciones de la Iglesia Ortodoxa. Generalmente, estos cánones y las
tradiciones son vistos como principios abstractos, que no fueron
definidos ni fueron clarificados por el sacerdote que administra la
promesa. Esta promesa es generalmente interpretada como obediencia
completa al jerarca gobernante.
La jerarquía revisionista, como tablón principal en su plataforma
modernizante avanzó la teoría novedosa, desconocida por los Santos
Padres, que los cánones son Leyes que han de ser interpretadas por el
jerarca gobernante que decide lo que es y lo que no es "canónico" en
esta nueva manera de pensamiento. Esta es la forma como fue
descartada la comprensión Patrística de los Cánones de la verdadera
Ortodoxía.
Un antiguo obispo de la Arquidiócesis Griega de América que enseñó en
la Escuela de Teología de la Santa Cruz en Boston compartió sus
pensamientos con sus alumnos acerca de los Santos Cánones. El observó
que con el paso de los años él había estudiado cuidadosamente los
cánones y había llegado a una conclusión: había sólo un cánon que
necesitaba ser obedecido en la iglesia.
El declaró cínicamente que sólo aquellos cánones que hablaban de la
autoridad de jerárquica y la obediencia al obispo necesitaban ser
obedecidos. Todos los demás cánones podrían ser ignorados.
Tal interpretación militarista o mejor, la interpretación papal de
los cánones permitió a patriarcas individuales, metropolitas,
arzobispos y los obispos la libertad de actuar enteramente aparte de
la sabiduría y la guía de la Santa Tradición. Tal revisionismo, así
ellos pensaron ellos, les dio licencia sin restricción para ignorar
cualquiera y todos los Santos Cánones. Ellos así jugaron el papel de
los únicos intérpretes auténticos de los cánones. Esta actitud reduce
todos los cánones a un principio operante directo: "Obedezca a su
Obispo". Con esta hacha en la mano, la jerarquía modernizante
continuó rápidamente alineando la Iglesia con el espíritu de los
tiempos y no con el Espíritu de Cristo.
Tal procedimiento puede traer bien a la mente el método actual por el
cuál las decisiones son tomadas en la Corte Suprema de los Estados
Unidos de América. La Corte Suprema ahora se siente libre de cambiar
las decisiones previas del Tribunal así como las leyes aceptadas por
cuerpos legislativos teniendo como base la comprensión y la
interpretación contemporánea de valores morales. Por ejemplo, el
aborto puede haber estado equivocado en una época y condenado por el
Tribunal Supremo, pero en el caso Roe vs. Wade la decisión definió
que había otros sistemas de valores que necesitaron ser reconocidos.
Para la manera moderna de pensar, la moral llega a ser un valor
relativo y nunca es absoluto. La mente moderna desea vivir en un
mundo donde no hay absolutos (aparte de su demanda que no hay
absolutos), aparte de su nihilismo. Aún más, no hay Autoridad Divina
en que basar ninguna decisión. Dios ha sido destronado y en Su lugar
se erige la Corte Suprema.
La interpretación de los Santos Cánones por lo tanto ha llegado a ser
una respuesta selectiva controlada por la escena contemporánea, moral
e irreligiosa. El ecumenismo, una forma de relativismo, está de moda.
Los muchos cánones que prohíben la oración conjunta con no-ortodoxos
están obsoletos. Estos cánones, así sigue la historia,
son "anticuados". No hay vacilación en tener a personas cristianas
no-ortodoxas participan al lado del clero de la Ortodoxia Mundial en
funerales, en bodas, servicios de vísperas, servicios de Epifanía, e
incluso en las Divinas Liturgias. Y esto ha sucedido a menudo
bastante durante los últimos 40 años que ha convertido en una norma.
Muchos, pero no todos, los Cristianos Ortodoxos no se sorprenden ni
son perturbados cuándo suceden tales concelebraciones. Muchos
Cristianos Ortodoxos en las así llamadas Iglesias "Canónicas" están
seguros que la unión de las iglesias ya ha ocurrido. Los ritos de las
iglesias católica romana y protestante ahora son reconocidos "llenos
de gracia" por todas las así llamadas jurisdicciones "Canónicas",
mientras que los Sacramentos de los Cristianos Ortodoxos
Tradicionales son considerados inválidos. Lo que se ignora es que la
Iglesia ha enseñado firmemente que fuera de la Iglesia no hay
salvación; no hay sacramentos. (San Cipriano de Cartago, 268).
En verdad, es sabido que algunos clérigos de la Archidiócesis Griega
han declarado que la unión de las iglesias ya ha ocurrido. La actitud
indiferente de la jurisdicción Antioquena ha permitido a los
musulmanes ser padrinos, y a los sacerdotes a concelebrar en
procesiones religiosas con el clero católico romano. La Iglesia
Ortodoxa en América (O. C. A.) ha permitido a un monasterio que
reconoce abiertamente a santos católicos romanos como Santos
Ortodoxos, y cuyo abad ha dicho que no hay diferencia teológica entre
la Ortodoxía y el catolicismo, y permanece sin ser corregido por la
jerarquía de la Iglesia O. C. A.
El clero de la Arquidiócesis Griega ha sido escandalizado por el
hecho que el monasterio no mantiene el ayuno de la Gran Cuaresma, y
permite comer carne durante la Gran Cuaresma. ¡Los jerarcas de SCOBA
(Conferencia de Obispos Ortodoxos Canónicos en América) han prohibido
a su clero bautizar a católicos romanos y protestantes porque, según
estos jerarcas, ésos herejes tienen gracia bautismal!
Los cánones son claros en que el bautismo herético no es un bautismo,
sino es una maldición y profanación. Los Santos Padres enseñan con
una voz que "Un Bautismo" mencionado en el Credo Niceno es el
sacramento realizado bajo la guía de un obispo Ortodoxo que posee una
enseñanza correcta y es un creyente correcto. Si uno reconoce los
bautismos no-ortodoxos entonces ¿por qué no debería uno reconocer los
otros ritos no-ortodoxos: Crismación, la Santa Comunión, etc.?
Realmente, muchos clérigos de las jurisdicciones "canónicas" ya lo
han hecho así.
¿Qué hace a una iglesia verdaderamente canónica? ¿No es la adherencia
a lo que ha sido enseñado en todas partes, siempre, y por todos los
Padres Ortodoxos de la Iglesia? (San Vincente de Lérins, 445) Si
nosotros no podemos confesar nuestra fe e identificarla con la fe de
los confesores y santos de la Iglesia, entonces en verdad nosotros no
estamos confesando la fe Cristiana Ortodoxa, sino en realidad estamos
burlándonos de nuestra antigua Fe Ortodoxa. Pero ante todo, oremos
para que nosotros no podamos ser llevados por mal camino por
las "sirenas del ecumenismo". Nosotros necesitamos ser unidos al arca
espiritual de la iglesia y no ceder ante la fe acomodada de los que
han rechazado la Fe Ortodoxa y aceptado una nueva fe adulterada, que
ya no representa la fe que fue confesada por los Santos Padres, esa
es, "la fe que ha sido transmitida a los santos de una vez para
siempre" (Judas: 3).
Y un punto final: ¡Ningún cánon de la Iglesia Ortodoxa enseña que uno
tiene que estar en comunión con Constantinopla (o cualquiera
otra "sede antigua") para ser canónico u Ortodoxo!
Traducción del inglés: Cristos
Dueño de la Lista Ortodoxa Griega El Vetero Calendarista