"Metropolitan Philaret (Voznesensky, 1903-1985)
Ahora examinemos la cuestión de la relación del Cristianismo con el Comunismo, más exactamente, con esa forma particular de comunismo que ha aparecido ahora, como, un intento de realizar las ideas del socialismo. Esta forma de comunismo surgió en la historia como un enemigo jurado y severo del Cristianismo. Por su parte, el Cristianismo se reconoce como absolutamente extraño y hostil al Comunismo, a su mismo espíritu, al total contenido de su ideología.
La historia de la Iglesia, durante los tiempos Apostólicos, nos dice que en aquella época tenía su propio Comunismo Cristiano, cuando los fieles tenían todo en común, como dice el Libro de los Hechos de los Apóstoles. Incluso ahora, este comunismo Cristiano existe en la forma de Monasticismo, que es considerado como la mejor forma de la vida ascética Cristiana. De tal manera, el compartir la propiedad desde el punto de vista Cristiano es, no solamente aceptable, es más que eso: es una manera o tipo brillante e idealmente noble de la interrelación Cristiana, ejemplos de lo cual existían y existen actualmente en la vida de la Iglesia Ortodoxa.
¡Qué gran diferencia entre este comunismo Cristiano y el Comunismo Soviético! El uno está tan lejos del otro, como el cielo de la tierra. El comunismo Cristiano no es una finalidad independiente en sí misma, hacia la cual se esfuerza el Cristianismo. No, es el resultado y nacimiento de un espíritu de amor lo que respiraba la Iglesia de la historia primitiva. Además de esto, el comunismo Cristiano era totalmente voluntario. En él nadie decía: "Da lo tuyo: nos pertenece" Al contrario, los Cristianos mismos se sacrificaban de tal modo que "nadie decía que algo de su propiedad era suyo" En lo que concierne al comunismo Socialista, el reparto de la propiedad es una finalidad en sí misma que necesita ser conseguida a cualquier precio, sin más consideraciones. El Comunismo alcanza su finalidad de una manera puramente coercitiva, no deteniéndose en los medios empleados, ni siquiera el golpear a los que no están de acuerdo... La base de este comunismo no es la libertad como en las comunidades Cristianas, sino coerción; nada de amor que se auto-sacrifica, sino la envidia y el odio...
En su lucha contra el Cristianismo, el comunismo Soviético llega a tales excesos que excluye incluso la justicia más elemental que está reconocida por todo el mundo. En su ideología de clase, el comunismo Soviético pisotea la justicia. El objeto de su trabajo no es la felicidad común de todos los ciudadanos del estado, sino solamente los intereses de una sola clase. Todo el resto de grupos estatales y sociales de ciudadanos son "echados por la borda," fuera del cuidado y protección del gobierno comunista. La clase en el poder no se preocupa por ellos.
Al hablar de su nuevo orden, de su estado 'libre, el comunismo promete constantemente una "dictadura del proletariado." Sin embargo, se hizo manifiesto hace tiempo que no hay signo alguno de esta prometida dictadura del proletariado, sino en lugar de ella, lo que hay es una dictadura burocrática sobre el proletariado. Aún más, no hay manifestación alguna de libertad política ordinaria bajo este sistema: ni libertad de Prensa, ni libertad de reunión, ni inviolabilidad del hogar. Solamente los que han vivido en la Unión Soviética saben el abatimiento e intensidad de la opresión que reina allí. Por encima de todo esto, impera un terror político tal como jamás se pudo experimentar antes: ejecuciones y crímenes, exilios y prisión en condiciones increiblemente rígidas. Esto es lo que el comunismo ha dado al pueblo Ruso, en lugar de la libertad prometida.
En su propaganda política, el comunismo proclama que está alcanzando la realización de libertad, igualdad (es decir: justicia) y hermandad. Ya hemos hablado de la primera y de la segunda. La idea de "hermandad" fue tomada de los Cristianos que se llamaban "hermano." El Apóstol Pedro dijo: "Honra a todos, ama a la hermandad" (1 Pedro 2:17). En la práctica, el comunismo cambió la palabra "hermano" por la palabra "camarada." Esto es muy significativo, ya que los camaradas pueden ser co-partícipes (pero no los hermanos) en cualquier actividad. Pero nadie puede hablar realmente de "hermandad" en ningún sitio, allí donde la lucha de clases, la envidia y el odio son predicádos.
Todas estas diferencias citadas entre el Cristianismo y el comunismo no agotan aún la misma esencia de la contradicción entre ellos. La diferencia fundamental entre comunismo y Cristianismo subyace más profunda aún, en la ideología religiosa de ambos. No es de extrañar, pues, que los comunistas luchen tan maliciosa y obstinadamente contra nuestra fe.
El comunismo es supuestamente un sistema ateo que renuncia a toda religión. En realidad, es una religión: una religión fanática, oscura e intolerante. El Cristianismo es una religión del Cielo; el comunismo, una religión de la tierra. El Cristianismo predica el amor para todos; el comunismo predica la lucha de clases y la guerra y está basado en el egoísmo. El Cristianismo es una religión de idealismo, fundada en la fe de la victoria de la verdad de Dios y de Su Amor. El comunismo es una religión de seco pragmatismo racional, que persigue la finalidad de crear un paraíso terreno (paraíso de saciedad animal y de reprobación espiritual). Es cosa significativa que, mientras se pone una cruz en la tumba de un Cristiano, la tumba de un comunista está marcada con una estaca roja. ¡Qué indicativo y simbólico para ambos! En el uno, fe en la victoria de la vida sobre la muerte y del bien sobre el mal. En el otro, oscuridad ignorante, lobreguez y vacuidad, sin alegría, ni alivio o esperanza para el futuro. Mientras que las reliquias sagradas de los santosascetas de la fe de Cristo florecen con incorruptibilidad y fragancia, el podrido cadáver frecuentemente embalsamado de Lenin es el mejor símbolo del comunismo."
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